Dejemos los milagros para otras ocasiones. Si algún “profesional” del sector del Marketing Olfativo te asegura que por poner aroma en tu negocio tienes un aumento de ventas garantizado, no te está diciendo toda la verdad. Ahora bien, si lo que quieres es llamar la atención, mejorar la experiencia de tus clientes o diferenciarte de tu competencia entonces si te interesa los beneficios del Marketing olfativo.

Acertar con un aroma para un negocio es una decisión muy importante, debes empezar por una reflexión profunda sobre la identidad y la personalidad de tu negocio, apartando tus gustos personales y saber que sensación quieres transmitir, esta puede ser moderna, acogedora, elegante, ágil, etc.

Este ejercicio de reflexión es importantísimo y si no se lo planteo a la hora de abrir tu negocio ahora es el momento. Debe poder decir: mi negocio tiene que trasmitir a través del olor esta sensación (personalidad).

Tiene que tener en cuenta varios matices al respecto, primero es la personalidad que trasmita el olor tiene que ser absolutamente coherente con el resto del entorno: diseño interior, identidad visual, personal, producto, etc. Pretender que el olor diga algo de nosotros que la vista no percibe hará que fracasemos en nuestra estrategia y la convirtamos en un gasto inútil.

En segundo lugar dedique un tiempo a reflexionar sobre su clientela, es la pieza clave en la estrategia del Marketing Olfativo, por ejemplo las mujeres son mucho más sensibles a los aromas que los hombres además de que los aromas que seducen a unos y otros son muy diferentes. La edad también debe tenerse en cuenta, con los años se desarrollan preferencias por aromas con tintes nostálgicos.

Por último debe pensar en su objetivo ¿Qué quiere trasmitir a través del olor? El abanico de posibilidades es muy amplio, puede querer aromatizar su local de modo permanente para siguiendo las premisas anteriores dar una identidad propia a su negocio, pero también puede querer utilizarlo para campañas promocionales para potenciar el consumo de un producto concreto, el uso del aroma permite comunicar de forma silenciosa pero muy eficaz.

Casi todos los estados de ánimo están al alcance de los aromas: estimular, relajar incluso en influir en una decisión de compra.

También hay que tener en cuenta que tus empleados también están sometidos al efecto del aroma, ciertos aromas contribuyen a la concentración y favorecen la atención.

Con toda esta información llega el momento de que el profesional del Marketing Olfativo, busque el aroma que intente cumplir fielmente sus necesidades, buscaremos un aroma capaz de comunicar quienes somos, afín a sus clientes intentando provocar en ellos ciertas reacciones o sentimientos, de este modo el aroma elegido se integrará como un elemento más de su estrategia de Marketing, habiendo conseguido un olor coherente con su negocio y estrategia de ventas.